En breve la traducción al castellano de «Kobolds ate my baby!» verá la luz, es un buen momento para explicar por que lo elegimos como nuestro segundo proyecto.
Cuando la traducción de Hollowpoint estaba llegando a su fin, estuvimos en la tesitura de seleccionar el siguiente proyecto entre cierto número de licencias. La empresa estaba en sus inicios y todavía nos estábamos haciendo con un abanico de posibilidades; dicen que en la variedad está el gusto, y teníamos que plantear la sucesión de títulos que tratariamos de publicar hasta por lo menos principios del siguiente año. Decidimos discutirlo cuando hubiéramos sintetizado nuestro primer proyecto, entre otras cosas porque no queríamos pillarnos los dedos dividiendo nuestros recursos de traducción en dos proyectos simultáneos y pensando que decidir el orden de las publicaciones sería un arduo menester. Con Hollowpoint acabado nos reunimos para determinar el siguiente paso, lo que suponiamos una dura decisión se tornó en un proceso que nos llevo entre poco y menos terminar, KAMB! era una alternativa perfecta, no solo era un juego de gran presencia, ameno, bien estructurado y con unos dibujos y maquetación muy conseguidos, también era uno de los grandes juegos de humor en el rol, reputado y con una trayecto de 15 años de perfeccionamiento.
Antes de continuar me gustaría aclarar que no solo tenemos como objetivo de empresa sacar juegos a granel, también queremos ser representantes de sus virtudes, nuestra experiencia con el hobby ha sido muy grata, hemos aprendido, hemos conocido, nos hemos divertido y para nosotros es una forma de ocio incluida entre nuestras favoritas. Por eso pensamos en nuestros proyectos como algo más que un producto demandado, son una oportunidad para fortalecer el hobby haciendo que los antiguos roleros tengan una excusa para revivirlo o como primera experiencia para aquellas personas que buscan actividades alternativas para su tiempo libre.
KAMB! o como se llamará en castellano; ¡los Kobolds se han comido a mi bebé! es ante todo un juego de humor, y como tal obedece a la premisa del humor; reír es el objetivo primordial, hacer que todos pasen un buen rato haciendo el cabra interpretando a unos bichejos bastante, como decirlo, increíbles. A diferencia de muchos otros juegos, la mayoría generalmente, la estabilidad del juego no depende en la evolución de la trama, o en que las reglas se apliquen a la perfección, no, el objetivo es simplemente hacer que el tiempo vuele.
Para sostener este generador de risas, KAMB! se apoya en un sistema sencillo, que el director no tardará en gobernar ni los jugadores en entender. Evidentemente por la sencillez debe renunciar a muchas virtudes que tienen otros sistemas más complejos, pero créeme cuando te digo, que no las necesita. El sistema de reglas en más que suficiente para sostener la historia, las acciones y resolver las situación que se planteen.
Por último, la gran virtud de este juego es la armonía que se genera en los jugadores. Pese a que los juegos suelen tener una raíz competitiva, KAMB! la suele ahogar en carcajadas. Después de haber perdido un poco o mucho la vergüenza, de vivir los vaivenes de la partida, no sueles acordarte de qué o cuál era el objeto competitivo.
De forma que elegimos KAMB! como el segundo, un proyecto que esperamos atraiga hacia el hobby tanto veteranos como novatos y que tengan la oportunidad de disfrutar como nosotros lo hemos disfrutado.